Wednesday, September 27, 2006

Futura... noche de Atari

Al subir a su unidad móvil sintió el frió metal y polímeros sintéticos que componían la estructura. Comenzó a sentir que aquel espacio era demasiado para él, eran tantas las ausencias. Aturdido, vio algunas personas que al caminar movían sus cuerpos como intento de baile, tal vez estaban muy pasadas para darse cuenta que no había música, o se sentían tan bien que no importaba.
Las ideas penetraban, lo ahogaban. Atari reviso su unidad móvil, vio cada desperfecto, cada mancha, cada rayón que él había permitido. Dirigió su mirada al espejo, la imagen que reflejaba lo hacia sentir horrible, los rasgos, facciones e intenciones se fundían en el gris de su reflejo. Se había bañado, peinado y vestido con ropa adecuada; aun así se sentía como un monstruo, su imagen lo lastimaba. Pensó en la suerte que había tenido hasta ese momento, suerte de que algunas personas se interesaran en él, que lo hubieran mal querido, pero al fin intentado; Suerte de que el mundo no lo hubiera observado como en verdad es. En cualquier momento esa fina capa que lo protegía caería y cuando estuviera descubierto nadie se acercaría jamás. Irremediablemente se quedaría solo, cada vez más.
Mientras conducía no podía evitar pensar en como se encargaba de llevar todo a la mierda, muy en contra de sus oportunidades natas. Era como darle un no a la vida, como tener todo para ganar la carrera, aun así rendirse por saber que la ganaría. Sintió que en cualquier momento arruinaría todo esfuerzo, esfuerzo de su madre, de toda su estirpe; de la naturaleza que en todas las maditas generación lo hacían estar ahí, hacer las cosas bien sin querer, sin pensar, sin intentar. Él lo sabia, no había futuro, no para él.
Aun que había sido una noche horrible, el bajón lo dejo como muerto, no podía sentir nada, su cerbero estaba paralizado. Cada escalón que subía, le hacia pensar en lo simple que seria dejar de oponer resistencia, soltar el cuerpo y dejarse caer por las escaleras, solo para terminar con la pericia de continuar subiendo. Solo la promesa de su cama continuaba moviendo sus piernas.
Sus manos temblaban por lo que le costo trabajo abrir la puerta. No prendió luces y casi a ciegas camino hasta su cuarto. Después recordó las llaves del gas y regreso a la cocina para asegurarse que estuvieran cerradas. Con la mirada reviso cada una de las llaves, pero al concentrarse en una perdía la noción de las demás y si las veía a todas al mismo tiempo no podía observar detalladamente. Por lo que decidió ver una por una y después observarlas a todas, lo repitió varias veces: una por una, todas a la vez, una por una, todas a la vez. Sabia que estaban cerradas y que nadie moriría por omisión esa noche, al menos no suya, pero no podía estar seguro que su visión no lo engañara, que sus ojos lograran ver la realidad. Se acerco y tomo una por una con sus manos para sentir que estuvieran en vertical. Sin estar completamente seguro se dirigió a su cuarto.
Se quito la ropa y se arrojo a su cama. En cuanto sintió que había alguien en ella, un puñetazo lo obligo a salir de ahí; de inmediato lo supo, era Guillermo. Maldiciendo tomo unas sabanas y se acostó sobre el tapete. Aquella situación le era familiar. Guillermo suele pasar temporadas en su casa, cuando le va mal, mas tiempo del que Atari desearía.Sentía un tipo de repulsión hacia él; Le parecía un tipo de lo más deprimente y patético. Solo era unos años más joven que Elena, pero su vida es quejarse de la familia que no tuvo, de cómo no lo entendieron, el poco apoyo que ha recibido de la gente que lo rodea o cualquier pretexto que encuentre. Atari sentía pavor al pensar en que pudiera parecerse a su tío, e imaginarse que en algunos años podría vivir como el, sin nadie, sin nada, emborrachándose y recordando cada elemento del gran complot universal que ha sido su existencia.
Estaba agotado, y el dolor en su estomago que aun que no fuerte era muy constante, le seguía molestando. Sintió un profundo sueño y le vino a la mente que tal vez las llaves del gas estaban bien antes de su intromisión, pero después de tocarlas pudo moverlas, quizás con algún movimiento involuntario o el temblor de sus manos, pero ya no podía pararse, por lo que intento convencerse que nunca podría estar seguro de ello. Solo quería apagar su cerebro e intentar dormir

Sunday, September 17, 2006

Futura No. Y


Sintió como se acercaba la retórica a su oído, palabras que hablaban de un amor inseguro. Le preguntaba - ¿De quien te has enamorado? ¿Cómo te sientes conmigo?-, y en todas esas sugestiones parecía implícito el deseo que le contestara – Creo que te amo-, pero Sexo Casual solo contestaba las preguntas. Sabia que sentía algo por el, pero nunca le agrado engañar a la gente con lenguajes melosos que con frecuencia suelen ser ilusiones de alguna calentura.
Entre los besos y cursilerías de dialogo que despedía Milio, Sexo casual se vio tentada a probarlo, sabia que no debía preguntar pero solo sintió el impulso y lo hizo, - ¿Tu estas enamorado de mi? -, el le contesto – Si, creo que estoy enamorado-. Sexo Casual le vio el rostro y reconoció su expresión, era la expresión de un niño intentando chantajear a mama con un: - Te quiero mamita, ahora cómprame el juguete-.No le creyó nada, pero negó tener noción de lo que ella consideraba una intuición, ya que Sexo Casual como la mayoría de los humanos no sabia confiar en artilugios carentes de certeza. Lo que desconocía era que su cerebro procesa diez veces la información que maneja de forma consciente, por lo que mientras ella dudaba de quien era Milio su cerebro comparaba patrones conductuales y sacaba colusiones.
A ella no le paresia mal tener buen sexo con alguien que le gustara, no tenia ningún pudor en ello y desde luego nunca había sido necesario que le dijeran que la amaban para acceder a peticiones amatorias. Al principio la situación estuvo un poco floja, quizás por que ella solo accedió debido a que Milio no dejo de insistir y le pareció más simple complacerlo que soportar la vergüenza ajena de sus suplicas.
Se movía de una forma desesperada con rapidez, y ella no entendía su comportamiento. Termino en pocos minutos, se quito y comenzó a vestirse, después le dijo – ¿Qué hora es? Tengo demasiada tarea creo que es mejor que me valla -.
Se sintió como un objeto, como un elemento usado como el consolador de un hijo de puta. Ella no sintió nada y al parecer a Milio no le importo en lo mas mínimo. Lo observo por unos segundos, él estaba indiferente muy ocupado en su ropa que tomaba con torpeza. Sintió una mezcla de emociones, quería gritarle al muy pendejo cuantos se habían tomado todo el tiempo necesario para llevarla a un orgasmo, sin necesidad de su mierda de pretexto – Estoy enamorado -. Mientras caminaba a su unidad móvil pensaba con cuantos mejores que el se había acostado todos menos torpes y mejores en el sexo, ninguno ni por error le habían dicho un te amo, pero a ella eso no le importaba, y él, el supuesto bueno de la historia llego le dijo su mierda de cursilerías y solo por eso pensó que podría usarla como objeto. Lo que mas le molestaba era eso, imaginárselo regocijándose por haberla utilizado. Cuando era ella quien utilizaba a los hombres o en el peor de los casos eran ambos quienes se utilizaban, e imaginarse en que fue alguien que sé llamaba Emilio pero le parecía muy agresivo y se hacia llamar Milio, fue quien la había hecho sentir así, cuando ni siquiera un cabron cono Atari había podido. Eso era demasiado para Sexo casual.

Thursday, September 14, 2006

Futura No. X


Tenia un rato pensando si se acercaba a saludar a Atari o no. Muy en contra de sus deseos lo conocía, tal vez por el tiempo o por instinto, pues conocer a los hombres siempre le había sido de utilidad.
Sabia bien que después de su ultimo encuentro Atari le guardaba resentimiento, y no era para menos, Monica en su cama y no en la de el. Un golpe duro para el ego y sus derivados. Tal vez en el fondo Sexo Casual tenia la esperanza de ligar a alguien para desechar esa posibilidad, y no es que no se le acercara algunos candidatos pero tenia todo el día con el antojo de un pase y requería para enredarse esa noche algo mas que un buen cuerpo acompañada de una botella de vino. Esa era su pequeña casería y su versión de la selección natural, nadie que no se le acercara con el letrero de – Estoy forrado en coca y te hace sentir como princesa- no le interesaba.
Sexo Casual era toda una experta en leer la expresión corporal e interpretar el lenguaje, si alguno de sus amorcitos le decía - ¡Espera! No esta bien, tengo novia- y tenia bien plantada una erección, lo que en verdad quería decir es no le digas a nadie y me muero por una mamada, un – Esto no esta bien para ti, tu en verdad me gustas- significaba que estaba tan pasado que no funcionaba, o un – Me moría por hacer esto – que en realidad le decía soy tu idiota has con migo lo que quieras. Aun que tenia sus habilidades bien desarrolladas no tenia ninguna necesidad de emplearlas para notar que Atari esa noche estaba forrado: sus movimientos lentos y profundos, su cara cansada con pupilas dilatadas y expresión de asombro y sobre todo su actitud, lo que para Atari era proyectar que era un chingon a ella le decía – Mírame soy un caliente y si mueves bien el culo tendrás lo que quieras-.
Hizo un análisis rápido de la situación, acomodo su escote y se convenció de que era una pendeja, una de las mas pendejas del lugar, pero no era cualquiera, pues aun que le costaba aceptarlo como dijo Atari – Puta-. Quizás por diversión, coca o por cualquier otro pretexto. Pero sabia que no existe hombre que se resista a una puta pendeja. Ni quiera Atari con todo y sus litros de ego. Por que había que ser muy puta y muy pendeja, para aguantar sus desplantes o la conversación pretenciosa que le tiraba, y ella poniendo cara de me iluminas la mente, para subirle el ego al muy cabron.

Monday, September 11, 2006

Para añorar el llanto se requiere de un largo tiempo, en mi ha pasado tanto que ni siquiera recuerdo. Algunas veces me siento tan lleno de emociones que parece el único camino doblar los músculos faciales y permitir que la sensación se trasmita en ese pequeño escalofrió que intenta provocar lagrimas.
En momentos como este donde las mentiras dejan de ser vistas como verdades, envuelve el dramatismo y llorar seria de ayuda.
Toda la vida he intentado con mis medios conocer el exterior, ahora me parece tan grande. Quisiera detenerme, olvidar que existe un mundo y que debo de salir a el; que mirar el reloj pierda sentido. Quiero despertar por la mañana sin tener ningún lugar a donde ir, a donde huir. Salir al jardín y durar horas observando a las hormigas, y que me falten las respuestas.
Camino por la vida como autómata, - hola, ¿Cómo estas?, disculpa- y demás palabras surgen de mi boca sin pensar en ellas. Choco con gente todo el tiempo, a veces las mismas personas y ni siquiera se sus nombres. Yo solo quiero una vida real, con sensaciones profundas. Quiero olvidar que existe un juicio hacia mí, dejar de ver las cosas con un carácter temporal. Pensare en la felicidad de hoy y olvidare el mañana. Ya no necesito ser alguien o tener algo o estar con alguien para que la vida sea perfecta.
Solo deseo dar un gran regalo a la gente que amo. Quitar cualquier barrera, solo amar y regalarme a la vida.