dia normal

Hoy es una día mas, como cualquier otro nada extraño a sucedido, el clima es perfecto, la compañía es como siempre, sarcástica, bufona, egocéntrica, intelectual y acida, la comida del descanso de medio día, con el mismo sabor a restaurante, insípida, poco condimentada, rápida. Veo el palto con el enorme bistec desabrido que deberé masticar para después tragar, no sin antes decir un par de comentarios tontos que hagan reír a mis compañeros.
Pum Pum, Pum Pum, mi corazón late a 70 pulsaciones por segundo, una parte de mi traga, otra escucha los incisivos comentarios, otra respira y otra se escabulle entre todo esto para encontrara confort en mi mundo.

Dentro de mi cuerpo se gesta una amenaza , por culpa del poco salario que recibo por mi trabajo todos los días soy arrastrado por mis compañeros a comer en Mama Laura’s que en realidad es pepe , el dueño, cocinero , limpia pisos , encargado del aseo en los baños y de cobrar , todos los días cocina sus platillos con carne de res que le vende su compadre poncho, reces que fueron alimentadas con mi basura , excremento y anabólicos , sacrificados por un fuerte golpe en la cabeza , no antes de haber generado adrenalina que posteriormente se convertirán en toxinas. Pero pepe es una persona a la que le disgusta malgastar cosas como el dinero, por lo que no solo compra reses de su compadre poncho si no que pone desbordándote manteca al sartén en que prepara sus alimentos, pero claro esta manteca es reutilizada una y otra ves, hasta su completa desaparición, pero desde luego en la cubeta donde coloca la manteca se encuentra residuos de esta desde hace mas de 6 meses, esto culpable de su sabor característico de su comida barata. Por esto desde hace meses crece en mis arterias una pequeña masa de colesterol , todos los días crece un poco , hoy alcanzo un tamaño considerable por lo que se desprendió de la pared arterial para comenzar su camino por mi flujo sanguíneo , esta masa de colesterol se acerca amenazadoramente.
-Enrique, no me permites la sal, le falta aun poco a mi bistec.
Un fuerte dolor oprime mi pecho , in cosquilleo en mi mano izquierda y pecho , mi respiración se agita y dificulta , mis ojos se elevan y tiemblan , mis músculos se tensan , caigo al suelo , mis compañeros miran sin dar juicio de lo sucedido demasiada pasión para ellos , mi corazón se a detenido , el cosquilleo en mi brazo también , la ayuda es insuficiente , mi cerebro deja de pensar , mi lucidez se va y luego cesan sus funciones mas básicas , estoy muerto.
A llegado la ambulancia, los paramédicos intentan revivirme sin éxito, invariablemente mi cuerpo se dirige a la morgue. Ya a pasado un día desde mi muerte, supongo que mi familia arreglo todo para que mi cuerpo sea enterrado. En el entierro mi madre llora desconsolada, nadie puede dar crédito a que un hombre de 38 años muera por un paro al corazón. Mi cuerpo se encuentra en una fría ataúd de encino. Cubierta son sellador, pintada finamente y barnizada para que los hongos y gusanos y cualquier otro organismo tarden más en desintegrarme. Unos minutos más y todo habrá terminado.
Trx trx, trx, una dendrita envía una señal eléctrica a otra, mi cerebro ordena al corazón que reanude actividades. Ahha, ahha, ahha, comienzo a respirar como si nunca antes lo hubiese hecho, ahha, ahha, ahha, comienzo a sentir mi cuerpo, mis ojos tiemblan, estoy vivo.

Tomo una decena de minutos para tener conciencia y recatarme de mi encierro, comienzo a rasguñar la madera con todas mis fuerzas, mis dedos sangran, mis uñas desasen en pedazos, duele, pero no soporto el encierro, grito son resultado me encuentro a tres metros bajo tierra.
-Auxilio, por favor dios.
-No estoy muerto, por favor sáquenme.

Lan sangre comienza a salir a borbotones de mis dedos, me percato que es inútil no podré salir de aquí.
Estoy vivo pero pronto moriré y me siento tan temeroso, tan desesperado, el pánico se apodera de mi, deseo vivir, por favor que alguien me ayude. El oxigeno comienza a faltar y en mis últimos instantes pienso, si en realidad debería temer. Ahha, ahha, ahha, mi segunda oportunidad párese llegar a su fin, ya es tarde para mi, debo morir de nuevo, o en realidad no.